Por ser sociables tenemos reglas para todo. Si tu llegas tarde constantemente, eres impuntual, aunque afectas a los que estas dejando plantado, no te meterán a la cárcel, pero ya no van a confiar en ti. La puntualidad no es cosa de idiosincrasia, es respeto a los demás.
La familia, el club deportivo, los vecinos, la empresa, la ciudad, el estado, el país y el mundo, tienen sus reglas. ¿Cuántas conozco? ¿Cuántas cumplo? ¿Cuántas son necesarias para el bien común?
Yo soy el responsable de mí.