Te digo que un buen libro te ayuda a viajar. Un buen viaje en familia te ayuda a crecer. Para que sea bueno tiene que ser planeado. Tener reuniones con anticipación, recabar información de los puntos de interés, la historia de los lugares. Eso va adelantando el disfrute.
Si le agregamos la lista de lo que hay que llevar, el itinerario, el presupuesto y los objetivos del viaje, reducimos los imponderables que nos pueden desviar de los objetivos.
Tengo la dicha que me voy a Perú con mi familia chiquita. Yo lo considero un viaje primordialmente espiritual, pasando por lo cultural y la recreación, para cumplir el objetivo de la identidad familiar.