El reto más importante de don Martín fue darle estabilidad a los asentamientos del Nuevo Reino de León, cuando realmente era “nuevo”. A la Nueva España le urgía alejar la frontera norte de los asentamientos como Zacatecas que estaban siendo tan productivos.
Los primeros pobladores no habían encontrado plata en las minas, los naturales seguían luchando por su legítimo derecho a mantener sus antiguos asentamientos favorecidos con agua y protección natral, los caminos eran muy complicados, haciendo la comunicación y la llegada de ayuda muy deficiente.
Solamente gente determinada podía seguir empeñada en mantenerse en esta zona.